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Artículos escritos por nuestros psicólogos

Las relaciones y la comunicación

IMG_6793Nuestro “hábitat natural” es el contexto social: las personas estamos rodeadas de personas desde ant
es de nacer. Este es un amplio campo en el que la mayoría aprendemos a desenvolvernos, los contextos sociales son la fuente de nuestras gratificaciones y el origen de nuestras desdichas. Es en la sociedad (familia, escuela, trabajo, amigos, pareja,…) donde estamos inmersos, como el pez en el agua. De pequeños aprendemos a relacionarnos con nuestros padres, y son ellos los que nos muestran el mundo, sus reglas, sus peligros, sus oportunidades. Estos aprendizajes pasan a ser la mochila con la que emprendemos más tarde nuestro propio camino.

 

En las relaciones tratamos de armonizar nuestros objetivos e intereses con los de los demás, afrontar conflictos, crear y mantener lazos de diversa índole. Y el instrumento principal mediante el que nos relacionamos es la comunicación. Es esta la herramienta mediante la que nos relacionamos con nuestros semejantes. Si la manejamos de forma adecuada, es posible que las relaciones nos vayan razonablemente bien, si no es así, tenemos muchas papeletas para tener relaciones conflictivas. La distancia en la relación es crucial, no es lo mismo relacionarse con vecinos, compañeras de trabajo, parientes o pareja. En este último contexto, la pareja, es dónde tratamos de desarrollar la intimidad en su máxima expresión. En primer lugar, la pareja es dónde la distancia interpersonal es más corta, en segundo lugar, es nuestra elección (a diferencia de nuestra familia de origen, donde la pertenencia nos viene dada).

 

Vaya por delante un axioma que tengo como cierto para mí, La comunicación con los demás es función de la comunicación con uno mismo, y la comunicación interpersonal incrementa el conocimiento de uno mismo. En la siguiente figura, se muestra cuál es el punto de partida de la comunicación. Tenemos una mochila, una biografía, y respondemos a las situaciones a través de nuestras percepciones, pensamientos, creencias y valores, emociones. Respondemos a nuestras representaciones de la realidad.

 

 

En las relaciones interpersonales tratamos de facilitar, mejorar, y hacer fluir hacia estados deseados la comunicación. Definir este término, “comunicación”, es complicado. No en balde, Watzlawick, P: Beavin, J. H y Jackson, D.D. (1981) y el resto de colaboradores de Palo Alto establecieron como primer axioma de la misma que “no es posible no comunicarse” o en un sentido positivo, “siempre que estamos en presencia de personas estamos comunicando”.

“Comunicación” tiene que ver con el término “comunión”, con “compartir”, “tener en común”. En la comunicación se da un intercambio, una influencia entre las personas, que modifica en alguna medida la interpretación de acontecimientos pasados, el curso de la acción y la probabilidad de ocurrencia de efectos en el futuro, todo esto en el presente. Es decir, la comunicación es interdependiente: uno puede influir en los demás, y se ve influido por las demás, todas y todos somos copartícipes y constructores de las relaciones y la comunicación. Es por eso importante dar retroalimentación, “feed back”, sobre la información que recibimos. El feed back se puede definir como dar información útil a la otra persona, es darle pistas sobre lo que va bien, y también sobre lo que queremos mejorar. Es importante que pongamos el énfasis en lo que nos parece correcto, esto da más pistas sobre el comportamiento a seguir y mejora la relación, al ser gratificante y validador para la otra persona.

 

La realimentación es posible porque existe un significado común, compartido entre las personas que se relacionan en el proceso de comunicación.

Además del axioma anterior, el grupo de Palo Alto postula otros cuatro axiomas que se pueden formular así:

  • En la comunicación entran en juego, al menos, dos lenguajes, el analógico o no verbal, y el digital o verbal.
  • Se dan al menos dos niveles diferentes en la comunicación; el nivel de contenido, explícito en los mensajes, y el nivel de relación, que califica y completa el anterior, situándose por encima de él, y habitualmente se encuentra implícito en los mensajes.
  • Cada persona puede tener, así ocurre con frecuencia, su propia interpretación de cuándo comenzó y cómo se desarrolló una comunicación, puntuación de la secuencia de hechos, que no tiene por qué coincidir con la de otras.
  • En el proceso de comunicación se pueden dar dos extremos de un continuo. Estas formas extremas pueden llevar a dos tipos de escaladas; la simétrica (competencia) y la complementaria (dependencia).

 

El significado común en la comunicación se debe a un lenguaje, un “código” compartido por los interlocutores. En el modelo clásico de comunicación, el emisor y el receptor tienen un código común, que uno construye al emitir el mensaje y el otro decodifica al recibirlo para interpretarlo, y que se transmite a través de un canal. Además de compartir el código los interlocutores tienen que minimizar el “ruido”, las posibles interferencias, en el canal por donde se transmite el mensaje. Las interferencias pueden ser debidas a condiciones externas; literalmente ruidos cuyo volumen nos impide escuchar, acceso visual directo entorpecido o impedido,… o por factores internos; cansancio, estados emocionales descentrados, pensamientos disruptivos,…Otros factores a tener en cuenta en la comunicación son:

  1. Una persona no es puramente un emisor o un receptor, es ambas cosas a la vez. Por ejemplo, si está escuchando un mensaje al mismo tiempo está dando información acerca de lo que recibe, acerca de cómo está reaccionando y acerca de su opinión de lo que está escuchando.
  2. En el proceso de comunicación, las personas mandamos varios mensajes a la vez desde al menos los siguientes niveles:

-Lenguaje verbal, lo que decimos.

-Lenguaje paraverbal, cómo lo decimos, la “melodía” (volumen y tono de voz,…).

-Lenguaje no verbal, gestos, posturas, movimientos, expresiones faciales,…

  1. Cada mensaje que enviamos y recibimos está filtrado por nuestras representaciones, y estas a su vez están construidas por:

-Los procesos universales de modelado; generalización (esquema para simplificar el mundo en algunas categorías significativas), eliminación (Aquello que excluimos por diversos motivos) y distorsión (Interpretación y asignación personal de significado).

-El lenguaje o idioma que manejamos.

-Los sentidos; visión, audición, tacto, olfato, gusto y sensaciones internas.

-Los estados emocionales por los que pasamos.

-Las creencias y valores que tenemos.

-Los procesos de toma de decisiones que empleamos.

-Las habilidades que tenemos y los comportamientos que somos capaces de emitir.

En la comunicación los distintos niveles pueden estar ordenados y reforzar el mismo mensaje, decimos entonces que los canales están alineados y que la comunicación es “congruente”, o puede que se estén dando mensajes diferentes en distintos niveles. En este caso se percibe una incongruencia en la comunicación que da lugar, frecuentemente, a malos entendidos y genera malestar entre las personas.

En los próximos artículos, desarrollaremos diversos aspectos de las relaciones de pareja, sus dificultades, sus oportunidades, y las condiciones para compartir la intimidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En las relaciones interpersonales tratamos de facilitar, mejorar, y hacer fluir hacia estados deseados la comunicación. Definir este término, “comunicación”, es complicado. No en balde, Watzlawick, P: Beavin, J. H y Jackson, D.D. (1981) y el resto de colaboradores de Palo Alto establecieron como primer axioma de la misma que “no es posible no comunicarse” o en un sentido positivo, “siempre que estamos en presencia de personas estamos comunicando”.

“Comunicación” tiene que ver con el término “comunión”, con “compartir”, “tener en común”. En la comunicación se da un intercambio, una influencia entre las personas, que modifica en alguna medida la interpretación de acontecimientos pasados, el curso de la acción y la probabilidad de ocurrencia de efectos en el futuro, todo esto en el presente. Es decir, la comunicación es interdependiente: uno puede influir en los demás, y se ve influido por las demás, todas y todos somos copartícipes y constructores de las relaciones y la comunicación. Es por eso importante dar retroalimentación, “feed back”, sobre la información que recibimos. El feed back se puede definir como dar información útil a la otra persona, es darle pistas sobre lo que va bien, y también sobre lo que queremos mejorar. Es importante que pongamos el énfasis en lo que nos parece correcto, esto da más pistas sobre el comportamiento a seguir y mejora la relación, al ser gratificante y validador para la otra persona.

 

La realimentación es posible porque existe un significado común, compartido entre las personas que se relacionan en el proceso de comunicación.

Además del axioma anterior, el grupo de Palo Alto postula otros cuatro axiomas que se pueden formular así:

  • En la comunicación entran en juego, al menos, dos lenguajes, el analógico o no verbal, y el digital o verbal.
  • Se dan al menos dos niveles diferentes en la comunicación; el nivel de contenido, explícito en los mensajes, y el nivel de relación, que califica y completa el anterior, situándose por encima de él, y habitualmente se encuentra implícito en los mensajes.
  • Cada persona puede tener, así ocurre con frecuencia, su propia interpretación de cuándo comenzó y cómo se desarrolló una comunicación, puntuación de la secuencia de hechos, que no tiene por qué coincidir con la de otras.
  • En el proceso de comunicación se pueden dar dos extremos de un continuo. Estas formas extremas pueden llevar a dos tipos de escaladas; la simétrica (competencia) y la complementaria (dependencia).

 

El significado común en la comunicación se debe a un lenguaje, un “código” compartido por los interlocutores. En el modelo clásico de comunicación, el emisor y el receptor tienen un código común, que uno construye al emitir el mensaje y el otro decodifica al recibirlo para interpretarlo, y que se transmite a través de un canal. Además de compartir el código los interlocutores tienen que minimizar el “ruido”, las posibles interferencias, en el canal por donde se transmite el mensaje. Las interferencias pueden ser debidas a condiciones externas; literalmente ruidos cuyo volumen nos impide escuchar, acceso visual directo entorpecido o impedido,… o por factores internos; cansancio, estados emocionales descentrados, pensamientos disruptivos,…Otros factores a tener en cuenta en la comunicación son:

  1. Una persona no es puramente un emisor o un receptor, es ambas cosas a la vez. Por ejemplo, si está escuchando un mensaje al mismo tiempo está dando información acerca de lo que recibe, acerca de cómo está reaccionando y acerca de su opinión de lo que está escuchando.
  2. En el proceso de comunicación, las personas mandamos varios mensajes a la vez desde al menos los siguientes niveles:

-Lenguaje verbal, lo que decimos.

-Lenguaje paraverbal, cómo lo decimos, la “melodía” (volumen y tono de voz,…).

-Lenguaje no verbal, gestos, posturas, movimientos, expresiones faciales,…

  1. Cada mensaje que enviamos y recibimos está filtrado por nuestras representaciones, y estas a su vez están construidas por:

-Los procesos universales de modelado; generalización (esquema para simplificar el mundo en algunas categorías significativas), eliminación (Aquello que excluimos por diversos motivos) y distorsión (Interpretación y asignación personal de significado).

-El lenguaje o idioma que manejamos.

-Los sentidos; visión, audición, tacto, olfato, gusto y sensaciones internas.

-Los estados emocionales por los que pasamos.

-Las creencias y valores que tenemos.

-Los procesos de toma de decisiones que empleamos.

-Las habilidades que tenemos y los comportamientos que somos capaces de emitir.

En la comunicación los distintos niveles pueden estar ordenados y reforzar el mismo mensaje, decimos entonces que los canales están alineados y que la comunicación es “congruente”, o puede que se estén dando mensajes diferentes en distintos niveles. En este caso se percibe una incongruencia en la comunicación que da lugar, frecuentemente, a malos entendidos y genera malestar entre las personas.

En los próximos artículos, desarrollaremos diversos aspectos de las relaciones de pareja, sus dificultades, sus oportunidades, y las condiciones para compartir la intimidad.

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