Fobias en la infancia

Los miedos en la infancia son comunes y esperables; Sin embargo, para algunos niños y adolescentes, sus miedos pueden llegar a ser muy severos y, con el tiempo, incluso convertirse en una fobia. Una fobia es un miedo intenso e irracional hacia un objeto o situación específica. Esto implica la aparición de una respuesta de ansiedad extrema hacia algo que no está causando peligro inmediato.

La investigación sugiere que hay casos en los que las fobias pueden darse en familias, y que tanto los factores genéticos como los ambientales pueden contribuir al desarrollo de las mismas. Algunos niños y adolescentes desarrollan una fobia después de haber sido expuestos a un acontecimiento traumático o aterrador, como un miedo al agua después de presenciar un ahogamiento o el miedo a los perros tras ser mordidos por uno. Sin embargo, otros niños pueden desarrollar una fobia mediante la observación de la respuesta ansiosa de otra persona ante un determinado objeto o situación. De este modo no es raro que un niño desarrolle una fobia a las araña después de ver a su hermano gritar y correr al ver una. Hay, sin embargo, casos en los que los niños no saben explicar cómo o por qué comenzó su fobia.

FOBIAS MÁS COMUNES SEGÚN LA EDAD

2-4 años: miedo a los animales, los ruidos fuertes, quedarse sólo, no controlar esfínteres, el baño, la hora de acostarse, los monstruos y fantasmas, orinarse en la cama, la muerte y las lesiones.

4-6 años: miedo a la oscuridad y las criaturas imaginarias, los animales, la hora de acostarse, los monstruos y fantasmas, los extraños, la pérdida de un progenitor, la muerte, las lesiones y el divorcio.

7-8 años: continuación de temores anteriores, llegar tarde a la escuela, el rechazo social, la crítica, las situaciones nuevas, la adopción, los ladrones y encontrarse en peligro.

9-10 años: el divorcio, encontrarse en peligro, la sangre y las lesiones.

11-13 años: los animales, ser secuestrados, estar solos en la oscuridad, las inyecciones y las alturas.

14-16 años: las lesiones, ser secuestrados, estar solos en la oscuridad, las inyecciones, las alturas, el terrorismo, los aviones, las relaciones sexuales, el consumo de drogas, hablar en público, el rendimiento escolar, las multitudes y el divorcio.

TRATAMIENTO

El tratamiento de primera elección para los casos de fobias infantiles es el psicológico y más concretamente la terapia cognitivo conductual centrándose en la exposición gradual y repetida al objeto, evento o situación temida.

Un niño con miedo a los perros podría iniciar el tratamiento exponiéndose a una foto de un perro, continuar jugando con un perro de peluche para después estar en la misma habitación con un perro pequeño, y así sucesivamente. Al mismo tiempo se les enseñan estrategias para lidiar con el miedo y comprender los patrones de pensamiento responsables de la respuesta de ansiedad.

En Ceinter contamos con un equipo de expertos en la evaluación y tratamiento de las fobias infantiles avalado por años de formación y experiencia en la materia.