Ataques de pánico

Un ataque de pánico es un abrumador y repentino aumento de la ansiedad que provoca sensaciones desagradables en la persona. Sientes cómo tu corazón late fuerte y te cuesta respirar. Puedes llegar a pensar que te estás volviendo loco o que tu vida corre peligro.

Si te superan los ataques de pánico sigue leyendo, estas mas cerca de superarlos.

Cuanto antes sean tratados los ataques de pánico, antes recuperas tu bienestar y evitas la aparición de otros problemas.

Si no son tratados, los ataques de pánico pueden dar lugar a la aparición de trastornos de pánico que pueden derivar a un amplio abanico de dificultades incluyendo el abandono de tus actividades cotidianas y el aislamiento social.

Un ataque de pánico puede ser un único episodio aislado, pero muchas personas experimentan episodios repetidos. Los ataques de pánico recurrentes son a menudo causados por una situación específica, como las aglomeraciones, hablar en público o determinadas sensaciones fisiológicas, sobre todo si esa situación ya ha provocado un ataque de pánico antes. Por lo general, la situación de pánico provoca en la persona una sensación de peligro de la que piensa que no puede escapar.

Los síntomas de un ataque de pánico se desarrollan repentinamente y por lo general duran entre 20 y 30 minutos, prolongándose raramente más de una hora. En los casos en los que sí lo hacen suele deberse al encadenamiento de varios ataques.

Si has sufrido un ataque de pánico puede que reconozcas algunos de estos síntomas, que se pueden dar solo o en combinación.

• Palpitaciones del corazón o latidos acelerados del corazón
• Hiperventilación y sensación de ahogo
• Dolor en el pecho
• Temblores
• Sensación de irrealidad
• Transpiración
• Malestar estomacal y náuseas
• Sensación de mareo, desvanecimiento, o desmayo
• Entumecimiento u hormigueo
• Sofocos
• Miedo a morir, a perder el control o volverse loco

TRASTORNO DE PÁNICO

Éste se caracteriza por la presencia de ataques de pánico repetidos a los que se unen cambios importantes en el comportamiento (dejar de salir, evitar situaciones) motivados por el miedo persistente de sufrir más ataques.

Los síntomas característicos del trastorno de pánico son los siguientes:

• Frecuentes ataques de pánico inesperados que no están vinculados a una situación específica.
• Miedo intenso ante la idea de volver a sufrir un ataque de pánico
• Evitación de lugares y situaciones donde previamente se ha sufrido un ataque de pánico.

Mientras que un solo ataque de pánico suele durar sólo unos minutos, los efectos de la experiencia pueden dejar una huella duradera. En el trastorno de pánico, los ataques de pánico recurrentes suelen tener un costo emocional. El recuerdo de lo que sintió durante los ataques puede influir negativamente en el autoestima, ya que puede llevar asociado la idea de “no soy capaz” y causar graves perturbaciones en la vida cotidiana.

Con el tiempo, pueden aparecer los siguientes síntomas que se suman a los anteriores:

• Ansiedad anticipatoria provocada por el temor a sufrir futuros ataques de pánico. Este “miedo al miedo” está presente la mayor parte del tiempo, y puede ser extremadamente incapacitante.
• Evitación fóbica basada en la creencia de que la situación que estás evitando causó un ataque de pánico anterior. Además se suelen evitar los lugares donde sería difícil escapar o conseguir ayuda ante la aparición de un nuevo ataque de pánico. Llevado a su extremo, evitación fóbica se convierte agorafobia.

AGORAFOBIA

Como hemos comentado, la agorafobia es una complicación derivada del trastorno de pánico que consiste en la evitación de situaciones de las que nos sería difícil escapar u obtener ayuda. La agorafobia es, por tanto, altamente invalidante y, en los casos más severos, puede conducirnos al aislamiento total al pensar que el único lugar donde estamos seguros es en casa.

La agorafobia puede impedirnos:

• Estar lejos de casa.
• Salir sin la compañía de una persona con la que nos sintamos seguros.
• Realizar esfuerzo físico al pensar que podría desencadenar un ataque de pánico.
• Ir a lugares donde nos resultaría difícil escapar.
• Acudir a lugares y situaciones en los que sería vergonzoso tener un ataque de pánico, como una reunión social.
• Comer o beber cualquier cosa que pudiera provocar el pánico (como el alcohol, la cafeína, o ciertos alimentos o medicamentos).

¿Cómo superar estas situaciones?

Hay un tratamiento eficaz para cada problemática. Los profesionales de Ceinter especializados en la valoración de cada caso, cuentan con una metodología individualizada para cada paciente que garantiza la mejor atención. Minimizar el tiempo de buscar ayuda es primordial para asegurar la eficacia de los tratamientos y asegurar la recuperación. Enhorabuena estás en el camino.

Si te identificas con alguno de estos síntomas, no estás sólo, se calcula que un nada desdeñable 20% de la población ha sufrido al menos un ataque de pánico en su vida (Pastor y Sevillá, 2012). Además, estos mismos autores aseguran que de las personas que reciben tratamiento, entre un 80 y un 90% superan por completo el problema.

En Ceinter contamos con un equipo de profesionales con amplia experiencia en el tratamiento de este tipo de trastornos dispuestos a ayudarte poniendo en práctica las técnicas con mayor evidencia de éxito.

Nuestra metodología de trabajo se ajusta a las necesidades del paciente y de su entorno. Valora las dificultades reales y las fortalezas de cada persona para resolver su problemática. Establece un plan de acción conjunto, en donde se precisen los objetivos de se van a trabajar:

• Entender lo que me esta pasando.
• Qué herramientas tengo que aprender a superarlo.
• Acompañamiento del aprendizaje en situaciones reales.

La solución está en tus manos nosotros te mostramos el camino.